Humildes, creativos y muy currantes, así son Rocío Saro y Pablo Hernández, los creadores de La Mata Flor. Dos floristas creativos que dejaron su vida en Barcelona para volver a su tierra y plantarse en Murcia.
Es un proyecto de jardinería y floristería creativa. El 90% de nuestros proyectos llevan un componente natural, ya sea una rama, una flor, madera o una raíz. Intentamos que las flores sean de cultivo de la región así como la cerámica y demás.
Germina en Barcelona como consecuencia de conocernos y ver que, si mezclábamos los conocimientos de los dos, tanto en jardinería como en floristería, podíamos ofrecer algo diferente en Murcia.
Somos los dos murcianos y a parte del proyecto profesional, tenemos en común un proyecto personal. Para nosotros era importante estar cerca de familia y de amigos de aquí, de Murcia, por si algún día La Mata daba “frutos”.
La Mata Flor es de crecimiento lento. Hace honor a la planta por la que pusimos el nombre (conocido como Lentisco por los sures). Esperamos que sea un proyecto que enraíce bien aquí en Murcia.
Realizamos cualquier proyecto relacionado con la jardinería y cualquier trabajo en relación a la floristería. Además, realizamos talleres y formación a nivel profesional o amateur y tenemos el ojo puesto en instalaciones efímeras o permanentes en fachadas, comercios, stands de feria, casas particulares o cualquier proyecto llevado a cabo por arquitectos e interioristas.
Hemos tenido la suerte de participar en proyectos muy chulos la verdad, pero creemos que el más especial fue tcolaborar con el equipo que decoraba por navidad la fachada de La Casa Milá de Gaudí en Barcelona.
¡Nos hemos metido en varios! Es por eso que decidimos sacarnos los carnés de grúa, de plataformas elevadoras e incluso el de trabajos verticales. Éramos los únicos floristas entre pintores y albañiles que se colgaban de una cuerda para decorar fachadas o regar jardines en altura.
Con mucho respeto y miles de reuniones para definir bien las parcelas. Mucha confianza en el trabajo del otro e intentando tomar distancia de vez en cuando para no olvidar la admiración mutua. Es difícil y bonito a la vez.
Mi padre creo que aún no entiende nada, sabe que trabajamos bien, pero como a mucha gente, al no estar en contacto con este tipo de trabajos, le produce cierto rechazo y admiración a la vez.
Una funeraria diferente. Ofrecer flores personalizadas para cada despedida. Que el poner flores no fuera una imposición social, sino una elección personalizada para cada pérdida. Como dijo un amigo: embellecer la muerte.
Es difícil escoger sólo una, pero tengo bastante cuidado por un pequeño baobab africano que compré hace tiempo y por un limonero enano. Creo que en general me gustan las plantas que suponen un reto.
¡Qué difícil! Decir sólo una… Si me pones entre la espada y la pared te diré la palmera del género Phoenix. Siempre que las veo en paisaje me parece que son fuegos artificiales.
Se puede contactar a través de redes sociales como Instagram y Facebook y a
través de nuestra web donde consta el mail y los teléfonos de ambos.